¿De quien es esta casa
que tiene tantos balcones?
Es la casa de Fulanico,
que tiene muchos millones.
Y al kirikiki, y al kirikicando,
de aquí no me voy sin el aguilando.
El aguilando real,
son tres libras de tocino,
fanega y media de pan
y arroba y media de vino.
Y al kirikiki, y al kirikicando,
de aquí no me voy sin el aguilando.
Si el aguilando nos has de dar,
dárnoslo con ligereza,
que la vecina de enfrente
nos llama con la cabeza.
Y al kirikiki, y al kirikicando,
de aquí no me voy sin el aguilando.
Si nos has de dar uvas,
no les quites los raspojos,
que mi amigo Menganico,
se los come a manojos.
Y al kirikiki, y al kirikicando,
de aquí no me voy sin el aguilando.
Si higos nos has de dar,
no le quites los pezones,
que mi amigo Fulano
se los come a montones
Y al kirikiki, y al kirikicando,
de aquí no me voy sin el aguilando.