lunes, 29 de octubre de 2012

Con razón los de otras carreras nos llaman "enfermos"...

      La enfermedad del estudiante de medicina, también conocida como la hipocondriasis del estudiante de medicina, síndrome del estudiante de medicina o trastorno del estudiante de medicina, es una entidad frecuente en los estudiantes de medicina, que perciben a sí mismos u otros experimentando los síntomas de la enfermedad(es) que están estudiando. La condición está asociada con el temor a contraer la enfermedad en cuestión. Algunos autores sugieren que la condición debe ser referido como nosofobia en lugar de "hipocondría", ya que los estudios citados muestran un porcentaje muy bajo de carácter hipocondríaco de la enfermedad, y por lo tanto, el término "hipocondría" tendría indicaciones terapéuticas y pronósticas omniosas. La referencia sugiere que la condición se asocia a la preocupación inmediata de los síntomas en cuestión, lo que lleva al estudiante a ser excesivamente consciente de las diversas disfunciones ocasionales psicológicos y fisiológicos, los casos muestran una pequeña correlación con la gravedad de la psicopatología, sino más bien con factores accidentales relacionadas con el aprendizaje y la experiencia.


 Los estados sugestionables son muy corrientes. Los estudiantes de medicina que estudian las enfermedades aterradoras por primera vez habitualmente desarrollan delirios vívidos de tener la "enfermedad de la semana"-cualquier cosa que estén estudiando actualmente. Esta clase temporal de hipocondría es tan común que ha adquirido el nombre de "síndrome de estudiante de medicina."Los instructores médicos son continuamente consultados por los estudiantes que temen tener las enfermedades que están estudiando. El conocimiento de que la neumonía produce dolor en un lugar determinado conduce a una concentración de la atención en esa región lo que provoca cualquier sensación ahí pueda dar la alarma. El mero conocimiento de la ubicación del apéndice transforma las sensaciones más inofensivas de esa región en los síntomas de la grave amenaza.Este fenómeno causó una cantidad significativa de estrés para los estudiantes y está presente en aproximadamente 70 a 80 por ciento de los estudiantes ... algunos documentos escritos en los años 1980 y 1990, conceptualizaron la condición como una enfermedad psiquiátrica en el espectro de la hipocondría .... Marcus descubrió que en el contenido del sueño de dos años los estudiantes de medicina con frecuencia se veían involucrados en una preocupación con alguna enfermedad personal. Los sujetos de Marcus informaron muchos sueños en los que han sufrido enfermedades del corazón, los ojos y los intestinos, entre otros.
      Moss-Morris y Petrie, vieron la enfermedad de los estudiantes de medicina como "un proceso de percepción normal, en lugar de una forma de la hipocondriasis". Aprender acerca de una enfermedad "crea un esquema mental o la representación de la enfermedad que incluye el sello de la enfermedad y los síntomas asociados con la enfermedad. Una vez que esta representación se forma, los síntomas o sensaciones corporales que el individuo está experimentando que sean compatibles con la esquema son notados, mientras que los síntomas inconsistentes son ignorados."
Howes y Salkovskis (1998) señaló que "los estudiantes de medicina con frecuencia desarrollan temores y síntomas de la enfermedad. Esto se ha denominado la enfermedad de estudiante de medicina, nosofobia, la hipocondría de los estudiantes de medicina, y medicalstudentitis (del ingles -medical student, estudiante de medicina)". Ellos mencionaron dos estudios, uno concluye que el 70% de los estudiantes de medicina tienen temores médicos infundados durante sus estudios, y uno que encontró que el 78,8% de una muestra elegida al azar de estudiantes de medicina mostró una historia de "la enfermedad de estudiante de medicina." Sin embargo, citan una serie de estudios que muestran una incidencia similar de hipocondría en los estudiantes de derecho y otros estudiantes no médicos, que dijeron en tela de juicio "la opinión generalizada de que los estudiantes de medicina son más propensos que otros a tener un exceso de ansiedad por su salud."

Síndrome del estudiante (esto lo tengo yo)

El síndrome del estudiante es un concepto intoducido por Eliyahu M. Goldratt, en su libro Cadena Crítica. Se refiere al fenómeno por el cual las personas comienzan a dedicarse seriamente a una tarea que les fue asignada solamente cuando la fecha de entrega se acerca. Más específicamente, en los primeros dos tercios del período asignado para la tarea avanzan un tercio del trabajo, y en el último tercio “aceleran” y finalizan los dos tercios restantes. Esto sucede típicamente cuando un estudiante está preparando un examen, de ahí el nombre.
El síndrome del estudiante es una forma de procrastinación, que por lo general incluye más de un plan de actuación y las intenciones de fondo son buenas y sinceras. Por ejemplo, si un estudiante (o grupo de estudiantes) se dirige a un profesor para pedirle una prórroga para algún trabajo, por lo general defenderá su solicitud en base a las mejoras que sufrirá su proyecto al poder dedicarle más tiempo, con intenciones sinceras. En realidad la mayoría de los estudiantes tienen otras tareas añadidas en el momento en que tienen la firme intención de comprometerse a mejorar su proyecto. Al final, a menudo terminan en la misma situación que al principio, deseando tener más tiempo a medida que se acerca el plazo y sufren nuevos retrasos.
El síndrome del estudiante se puede explicar comprendiendo el mecanismo de la memoria humana; la memoria a corto plazo se desvanece con el tiempo, y por lo tanto el estudio intensivo (empollar) en el último momento permitirá que más cantidad de datos afloren y se recuerden durante el examen, a pesar de que esta circunstancia no favorece los mecanismos de la memoria a largo plazo, por lo que el rendimiento será significativamente inferior respecto al estudio programado que explota el repaso espaciado.
 El síndrome del estudiante está relacionada con la Ley de Parkinson que dice que "cuanto más tiempo tienes para realizar una tarea, más tiempo tardas en completarla"

domingo, 16 de septiembre de 2012

eeejjjjccsss

Increíble hasta que punto puede ser asquerosa la dermatología. 
Lastimica de gente.


Si hay algún estudiante de medicina por aquí, en esta página hay unos atlas muy buenos.

Laters, baby.


 Si, yo tambien he caído. Me leí la saga 50 sombras hará como dos meses y como la mayoría de las féminas, he acabado desarrollando cierta obsesión por el personaje principal, el atractivo, multimillonario y complicado Christian Grey. Suenan campanas acerca de una película y se dice que el casting ya está abierto. Por toda la red se especula sobre quiién será el actor que encarne al guapisimo empresario en la gran pantalla. A mi me ha costado, pero por fin le he puesto cara: ¡nadie mejor que Jensen Ackles! (quizá influya en mi decisión que esté enganchadísima a Supernatural xDD) 



viernes, 31 de agosto de 2012

CIERRAN CARNE CRUDA!

Uno de los programas de RNE más comprometidos y transgresores, que no cuadraba dentro de lo que el Gobierno considera "apto para la audiencia", ha sido hoy cancelado.
Este es el comunicado que ha dejado Javier Gallego, el director y presentador de Carne Cruda.
Queridérrimos oyentes,
Lamento muchísimo tener que comunicaros que la nueva dirección de Radio 3 y de RNE me acaba de despedir y ha levantado el programa “Carne Cruda” de su parrilla de emisión. Se cumplen desgraciadamente los temores que muchos me habíais manifestado y que yo había desestimado pues creí en la palabra del recién nombrado director de la emisora, Tomás Fernando Flores, que aseguró hace un mes que el programa continuaría la próxima temporada. A la manera del presidente del Gobierno, el nuevo responsable de Radio 3 responde lamentablemente al dicho “Donde dijo digo, digo Diego” aunque en su caso sería más apropiado decir “Donde dije digo, digo Tomás Fernando”. Así, cuando fue nombrado director se comprometió conmigo a mantenerme en antena y a solo dos días de terminar el curso (y con todas las programaciones de radio cerradas, por cierto), me echa sin darme ni siquiera la oportunidad de despedirme en antena de vosotros, pues los programas de final del verano son grabados. Por eso lo hago desde aquí. Me pueden quitar el micrófono pero no la palabra. Y mucho menos, quienes no cumplen la suya.
La nueva dirección de la emisora, formada por Tomás Fernando y su segundo, Benito Pinilla, ha alegado motivos económicos para justificar mi cese y la retirada del programa. Por esa misma razón, hace un mes acepté una rebaja del 20% de mi sueldo y de la retribución del resto de colaboradores del programa, condición que hemos tenido que asumir todos los trabajadores externos de la casa para continuar en antena. Se supone que así cuadrábamos el exiguo presupuesto de la emisora. Pero ahora el equipo directivo dice haber encontrado inesperadamente un nuevo agujero presupuestario mayor del que creía y culpa a la anterior dirección de no haberle dejado las cuentas a su disposición. Solo le faltó a Tomás Fernando decirme que la culpa es de la “herencia recibida”, por utilizar la terminología oficial del partido. La culpa es de la herencia y el culpable es Carne Cruda, por lo visto, pues es el único programa diario que va a ser suprimido de la parrilla, a pesar de haber doblado la “audiencia recibida” y de ser el espacio más seguido en Facebook de todo Radio Nacional. Pero no nos echaremos flores nosotros. Para echarnos ya esta Flores. Sí, nos ha echado Flores. Pero llenas de espinas.
Dice que nos echa porque el programa sale muy caro. No tengo ningún problema en publicar mi sueldo de autónomo, sin pagas extras ni derecho a vacaciones. Cobro alrededor de 1400 euros mensuales limpios después de pagar Seguridad Social, IRPF, el impuesto de sociedades y el resto de gastos de la empresa que tuve que constituir por exigencia de Radio Nacional, que trata así de evitar una relación directa con la persona física. Muchos de los colaboradores contribuyen desinteresadamente al programa y tres cobran una cantidad simbólica de 50 euros por colaboración después de haber trabajado gratis las dos primeras temporadas. El resto del equipo son contratados de RNE cuyos contratos siguen vigentes. Además, tras la noticia del despido, yo he ofrecido a Tomás Fernando Flores la posibilidad de negociar, lo que a él no parece habérsele ocurrido como solución. Me ha prometido consultarlo y llamarme. No lo ha hecho. No he vuelto a tener noticias suyas. Ni las puedo esperar de quien ya ha demostrado que no cumple lo que promete.
Por todas estas razones y por la forma poco verosímil en que me justificó su decisión, no pude creer a Tomás Fernando cuando se apresuró a decirme al cesarme que no era por motivos políticos, aunque yo ni siquiera los había sugerido. ‘Excusatio non petita, acusatio manifesta’ que decían los latinos, es decir, dime de qué te excusas y te diré de que te acuso. Yo acuso a la nueva dirección de Radio 3 de haberme engañado dos veces: cuando me dijo que seguiría y cuando me dice que no hay motivos ideológicos para que no continúe. Fui un ingenuo al creerle la primera vez. No seré tan idiota de creerle una segunda.
Su discurso y maneras se parecen tanto a las del actual Gobierno que cualquiera diría que el Gobierno está detrás. No voy a ser tan mal pensado. No está detrás. Está delante porque ni siquiera se molesta en ocultarlo. No han ocultado que les estorbaban periodistas que pueden ponerles en tela de juicio, como Ana Pastor, Toni Garrido o Juan Ramón Lucas, a los que han despedido cuando mas éxito tenían sus respectivos programas. Para ellos, mi respeto y admiración porque han caído por una causa digna y que los periodistas debemos dignificar: hacer periodismo. Lo dije cuando el Gobierno decidió tomar el control de la radio televisión pública gracias a su mayoria absoluta:  Venceréis pero no convenceréis, como afirmó Unamuno. Hoy pienso que me equivoqué: ni vencen ni convencen. Convence el que tiene razones y ellos han demostrado que solo saben responder a los argumentos del contrario con la fuerza. Y no vencen porque cada decisión que toman les hace perder el escaso crédito que tienen entre gran parte de la ciudadanía, incluidos algunos de sus votantes.
Yo sí que siento que he ganado muchísimo en estos tres años fabulosos de radio. He ganado a la audiencia más viva, inquieta, exigente, combativa y bulliciosa que un programa puede desear, incluidos algunos críticos feroces que siempre conviene tener para la sana confrontación de opiniones. He ganado la posibilidad de hacer radio en libertad y el privilegio de compartirlo con un equipo esforzado y talentoso que se ha dejado la piel en las ondas. Ha sido un placer inconmensurable y un privilegio compartir con ellos y con vosotros tantas experiencias radiofónicas y periodísticas estimulantes y emotivas, tantas horas de discusión, ideas, lucha, indignación y pensamiento crítico. Ha sido una satisfacción aprender de los muchos errores y tener la oportunidad de enmendarlos y tratar de mejorarnos a cada paso. Os doy mi palabra de que lo hemos hecho lo mejor que hemos sabido. A los que dirán que tengo lo que me merezco, solo puedo darles la razón. De hecho, este programa y su audiencia es mucho mas de lo que esperaba como recompensa. Por eso sigo contento en este momento triste. Puede que me hayan quitado el programa y el trabajo pero ya no me pueden quitar lo radiado.
Sé que solo soy uno de tantos que pierde su empleo en estos días amargos. Sé que solo soy uno de tantos periodistas que pierde su trabajo en este país precario. Y sé que Radio 3 seguirá siendo una grandísima emisora sin el programa pues cuenta con una plantilla con mucho talento que hace un enorme trabajo con muy pocos medios. Lo que quiero decir es que yo soy uno más. Pero aparte de mi pena personal y de la que sentiréis muchos por la pérdida de Carne Cruda, creo que hay algo más importante que todos tenemos que defender. Parafraseando mi adorada película “Amanece que no es poco”, todos somos contingentes pero la radiotelevisión pública es necesaria. Es necesario un medio de comunicación público independiente y crítico que sirva a los ciudadanos para controlar a este Poder. Y es más necesario que nunca cuando el Poder trata de gobernar a golpe de decreto y tijeretazo, sin control por parte del ciudadano y tratando de controlar hasta los pensamientos que éste tiene. Hay compañeros en Radio Nacional que tratan de salvaguardar su dignidad profesional y un periodismo decente en estos tiempos oscuros de purgas, censuras y consignas informativas que ya se están imponiendo en Radio Nacional. Les deseo suerte, fuerza y sobre todo, valor. Valor es lo que más necesitamos en estos tiempos.
Yo creo haber luchado por la radio pública desde dentro. Ahora me toca hacerlo desde fuera. Cuento con vosotros. Que la radio nos acompañe

jueves, 21 de junio de 2012

Almería a Principios del siglo XX

Almería, a finales del siglo XIX y principios de XX sufrió un espectacular cambio urbanístico. La vieja estructura medieval fue en parte destruida para construir grandes bulevares y lujosos edificios con una aire entre colonial y europeo, en consonancia a el caracter burgués de la población adinerada.
De esta época dorada de la Almería entre siglos aún sobreviven algunos monumentos como la estación de ferrocarril, el mercado central o la casa de las mariposas; pero muchos fueron destruidos en el sinsentido urbanístico de los años setenta del pasado siglo.
La intención de esta entrada es recordar como era esa Almería que la avaricia ha destruido, y remover conciencias para impedir un destrozo mayor.


Ayuntamiento (1925-1930)


Ayuntamiento (Plaza de la Libertad)

Ayuntamiento (1895)

Puerta de Purchena (1899)
Puerta de Purchena (1895)

Documento inédito, la Puerta de Purchena nevada ( en torno a 1932)

Puerta de Purchena (sobre 1900)

Puerta de Purchena, edificio de las Mariposas (en torno a 1920)

Puerta de Purchena (1909)

Puerta de Purchena (1955)
Paseo (1898)

Paseo del Príncipe (Paseo de Almería - 1890)

Paseo de Almería (1895)
Paseo del Príncipa (Paeo de Almería - 1910)

Casino (en el actual Paseo - 1950)

Circulo Mercantil (1910)

Círculo Mercantil (1950)
Antiguo edificio de correos, actual Plaza del Educador (alrededor de 1940)

Correos y Telégrafos (1920)

Diputación provincial y rotonda de la casa de los Sres. de Rodriguez (Actual edificio de Banesto - 1910)

Plaza del Educador, 1955
Plaza Circular (1910)

Plaza Circular, Banco de España (en torno a 1910)
Paseo del Malecón. Actual Parque Nicolás Salmerón (1909)

Muelle viejo (1905)

Hospital Provincial (1911)

Cuartel de Infantería (1915)
Palacio episcopal (en torno a 1920)

Antiguo Palacio del Obispo Orberá (1911)

Iglesia de San Pedro (1920)

Antigua Estación de Ferrocarril (1899)
Castillo de San Cristóbal (1899)
Castillo de San Cristóbal (1909)

La ermita de San Cristóbal y muralla (1920)
Barrio de las cuevas del Puerto (1900 - 1910)
Calle Antonio Vico (1890)

Vista de Almería desde la Alcazaba. (Anterior a 1950)

Vista de Almería desde la torre de la Catedral (1895)





miércoles, 20 de junio de 2012

Hijos de...

Por cierto. Un hijo de profesor que entre en medicina por sus propios medios, ya sea por su inteligencia o por su trabajo diario puede tener muy buenas notas y no por "estar enchufado". En la mayoría de las facultades es así.

Sin embargo, que en una facultad donde está la "Champion League" de los estudiantes de ciencias de la salud de Andalucía, que entren hijos de profesores porque aumentan las plazas a finales de septiembre para que pueda entrar, o porque se va a latinoamérica a hacer primero para luego volver en 2º (porque no tiene nota ni siquiera para entrar en medicina), y que luego, qué casualidad, resulta que no paran de sacar matrículas de honor a pesar de haber entrado de forma "tan modesta" y de que ni se les ha visto estudiar, ni demuestran los conocimientos "tan excelentes" que tienen en sus prácticas...

Lo que se denuncia aquí es una injusticia muy flagrante, que no se ha denunciado nunca por el miedo.

Esta chica ya está atendiendo a gente en el hospital de Córdoba, y yo, preferiría confiarle mi vida y la de mi familia a un médico que "se lo ha currado" para estar ahí, y no a un médico cuyo mayor logro es ser hijo de un profesor de la facultad, porque sacar matrícula de honor en un examen que te dan el día de antes lo hace un niño de 12 años.

Miserias de la Facultad de Medicina

RAMON Ribes 08/01/2010 

Rebelión en las Aulas
 
    Recientemente tuve ocasión de conocer cómo se fraguó el expediente cuajado de matrículas de honor (o más bien deshonor) de un alumno/alumna de una Facultad española cuyos padres, ambos profesores de dicha Facultad, le habían proporcionado la mayor parte de las preguntas de los exámenes de todas las asignaturas y si, aún con semejante ventaja el alumno o alumna, no sacaba matrícula de honor, esos padres/profesores hablaban con sus compañeros para que le/la calificaran con esa nota "canjeándola" por la calificación de los hijos de estos cuando llegaran a su asignatura. Si esto fuese un hecho aislado no dejaría de ser una anécdota muy desagradable. Pero desgraciadamente este tipo de comportamientos son habituales en nuestra Universidad. Este tipo de profesor y sus hijos o hijas... se han pasado de la raya. Han atravesado la raya del decoro, de la decencia, de la deontología profesional y todos aquellos límites morales imaginables.
    Lo peor de estos "hijos de" ayudados hasta la saciedad es que su desarrollo profesional está mermado como consecuencia de las "ayudas" de sus padres. Un estudiante normal que tiene que preparar 300 hipotéticas preguntas para un examen parcial desarrolla más su mente y su capacidad de sacrificio que el que sabe las 4 preguntas que le van a hacer y, lógicamente, se limita a estudiarse esas cuestiones no perdiendo el tiempo en otras. Flaco favor le han hecho esos padres a esos "niños recomendados de cristal" que zozobran sistemáticamente ante la menor de las dificultades que les pueda deparar la vida.
    La inmensa mayoría de los alumnos de nuestras facultades y escuelas universitarias saben que hay dos ligas. La liga de los recomendados y la liga del resto de los mortales. Sabiéndolo, se callan porque creen que no se puede hacer nada para acabar con estas flagrantes injusticias. Es cierto que individualmente es imposible combatir la prevaricación en la Universidad pero al igual que los jóvenes universitarios del tardofranquismo se unían y arriesgaban su integridad física y, en ocasiones, sus vidas para derrocar al régimen, los jóvenes actuales deberían hacer lo mismo para derrocar al sistema educativo en la Universidad; a un sistema localista que no premia a los mejores sino a los mejor situados, a un sistema que ha hecho de la prevaricación algo socialmente aceptado, a un sistema que les obliga a estudiar contenidos teóricos desproporcionados sin apenas base práctica. ¿Cuántas veces hemos oído decir que es lógico que a los hijos de profesores se les ayude un poco? En mi opinión esto es inaceptable por definición; la única ventaja lícita de estos privilegiados es haber nacido en un entorno socioeconómicamente más favorecido que el resto de sus compañeros.
Queridos estudiantes, uníos y sembrad hoy para que en vuestra Facultad dentro de 30 años puedan estudiar vuestros hijos. No temáis las posibles represalias.
Temed al miedo que os paraliza.
Temed al miedo que os impide ser jóvenes.
Temed y combatid a los que os han robado la ilusión.
Temed a la pusilanimidad que os impide tomar las decisiones adecuadas.
Temed a la senilidad ideológica precoz que os impide crecer como ciudadanos libres.
Denunciad de forma corporativa y solidaria cualquier injusticia y cualquier prevaricación.
Os recuerdo que pocos años después de nacer yo y algunos años antes de que nacierais vosotros, jóvenes europeos crearon el Mayo del 68 y por unos momentos la vida volvió a ser bella porque los ideales prevalecieron sobre los intereses.
Además de estudiar, leed insaciablemente. Estudiad inglés hasta dominarlo de manera que vuestro mundo sea el mundo y no renunciéis nunca a conocer nuevos horizontes, nuevas personas y nuevos ideales. Nunca dejéis de ser críticos con vosotros mismos para así poder criticar y transformar el sistema salvo que queráis que las mismas injusticias que sufrís ahora las sufran vuestros hijos y los hijos de vuestros amigos.
* Profesor 





PD: Por este artículo la asignatura de farmacología se convirtió en la mayor cabronada que se le puede hacer a un estudiante. Se sintieron aludidos nuestros profesores. Yo solo digo: quien se pica, ¡ES POQUE AJOS COME!   

Fd; Habitante

Estudiar medicina en Córdoba



    Dos formas hay para poder estudiar medicina en la UCO. Una sacar una nota galáctica en la selectividad y otra, para niñas o niños ricos, haciendo turismo; se matriculan en el extranjero y luego vuelven por traslado. Hubo una supuesta tercera vía llamada "la del salto de altura a lo Fosbury": padres o madres con poder en la maquinaria administrativa de esta Universidad que modificaban los listones para adecuarlos a las marcas de sus hijos, por lo que entraban de cabeza, y no así el compañero que venía detrás, pues volvían a elevar el listón y el infeliz se desnucaba.
    Conocí los que, en vez de saltar, agachaban la cabeza y pasaban por debajo del listón corriendo. Cosas similares han sido denunciadas con los traslados de expediente de los que hicieron la turné , pues unos fueron recibidos con ramas de olivo y otros con tres palmos de narices teniendo que volver al idílico exilio.
    ¿Cómo se meten en competición de tanta dificultad si es una carrera larga? El médico ya no es el ser mitológico adorado por la sociedad ni el cuerno de la fortuna se alcanza con facilidad. Será que la vocación por la medicina ha eclosionado como el big-bang y se le suman las vocaciones tránsfugas de monjas y curas, pues conventos y seminarios están desalojados, y las clausuras clausuradas.
   Hay promociones que nacen con estrella y ésta fue una de ellas pues coincidió con la entrega del premio Nobel a Warren y Marhall por descubrir el Helycobacter pylory en la úlcera de estómago. Y es que hay hallazgos que se escapan, pues están en las profundidades subcelulares o en las marañas genéticas y quedan como distantes. Pero este es un tema de andar por casa y a cualquier novicio le debe potenciar su pasión por el estudio, pues se puede sentir próximo a ellos, al alcance de su entusiasmo y posibilidades.
   Tras requeteleer los renglones escritos en blanco sobre blanco que suceden a los de negro sobre blanco del discurso de los estudiantes en el acto de graduación de la XXXIV promoción del pasado mes de mayo, no me queda la menor duda que es la vocación la que los arrastra al cadalso.
   Se quejan del frío recibimiento al entrar en la sala de disección y no saben como huelen los cadáveres con "la calor". Reconocen que la vida universitaria les supuso "un cambio importante en sus vidas": "Aprendimos que un fin de semana puede empezar un jueves". Nos prometió una señora que si la elegíamos rectora declararía los viernes festivos ¿estos habrían iniciado su finde los miércoles? "Que la asistencia a las agrobarras era tan obligatoria como ir a prácticas", que "las visitas al bar eran 3-4 veces al día".
   Y que por culpa del mayo de cruces conocieron por primera vez los exámenes de septiembre. Aseguran que las señas de identidad de un alumno de primero era decir sincitiotrofoblasto.
   En segundo curso celebraron con entusiasmo los éxitos de ¡Fernando Alonso! copiando a contra reloj los apuntes de fisiología y alcanzaron el más alto nivel de estrés en tercero, por la presión académica, y se plantearon dejar la carrera, pues entrar por primera vez al hospital solo les motivaba el encontrar al profesor que le firmara la libreta de asistencia. En cuarto se colgaron un fonendo al cuello. Quinto fue desempolvar los apuntes de tercero e integrar la información de 228 diapositivas por hora de Pediatría. Y concluyen en sexto, tras hacer en cuarenta y cinco minutos sesenta preguntas de médica, que "la finalidad de toda licenciatura de medicina es el MIR".
   Y, digo yo, ¿cómo se defenderán el día que los suelten en una sala de urgencias? Esto es la cultura profesional de consumo, la de los que, según Hasley, solo persiguen obtener un titulo para reclamar un empleo.
   La Vocación, es la expresión de nuestros valores, los anhelos del alma en relación con nuestra vida como existencia válida y trascendente. Nuestros sueños. Es una compulsión irracional que nace en las capas más profundas de la conciencia impulsándonos a hacer algo que al realizarse nos trae el equilibrio; la razón de nuestra existencia.
   Y se recrean en los viajes que merecieron la pena, las birras germanas e italianas, el tinto francés y los tequila, la caipiriña, el pisco, el mate o el pura vida. O sea, que los estudiantes iniciaron su carrera en la tasca de la facultad y la terminaron en la añorada Bodeguita de en medio de Hemingway y Neruda, cantada por Carlos Cano en La Habana.
   Y en los seis años hubo además frustración, desesperanza, dudas, hastío, copistería... ¿No encontraron a ningún maestro ni vieron al paciente besarle la mano al médico? ¿No calmaron el dolor, no se emocionaron con el neonato ni con los ojos grandes de los niños enganchados al gotero? ¿No consolaron a la madre del donante?
   La vocación nos viene sin haberla llamado, pero si no la alimentamos se pierde dejando un vacío que jamás será colmado ¿Son culpables de esto solo los estudiantes?


 RAFAEL Martínez Sierra 02/08/2011
* Catedrático emérito de Medicina. UCO 

jueves, 31 de mayo de 2012

Me lo decía mi abuelito, me lo decía mi papá...



Trabaja niño, no te pienses
que sin dinero vivirás.
Junta el esfuerzo y el ahorro
ábrete paso, ya verás,
como la vida te depara
buenos momentos, te alzarás
sobre los pobres y mezquinos
que no han sabido descollar.

 La vida es lucha despiadada
nadie te ayuda, así, no más,
y si tú solo no adelantas,
te irán dejando atrás, atrás.
¡Anda muchacho dale duro!
La tierra toda, el sol y el mar,
son para aquellos que han sabido,
sentarse sobre los demás.

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